7 consejos para cuidar la salud cardiaca en la vejez

La buena salud cardiaca en la vejez depende, en gran medida, de tomar acertadas decisiones. Evitar los hábitos dañinos y, en lugar de ello, adoptar estilos de vida saludables son la mejor opción para mantener el corazón a punto.

La salud cardiaca en la vejez es un tema clave. Se estima que hasta el 84 % de las personas mayores de 65 años mueren debido a una afección cardiaca. De hecho, las cardiopatías son la principal causa de muerte en el mundo.

Con el paso de los años, la fisiología del corazón sufre cambios negativos. Asimismo, un importante número de personas mayores tienen otras enfermedades. Esto implica ciertas dificultades, ya que las cardiopatías adquieren características diferentes y muchas veces no responden a los tratamientos convencionales.

A lo anterior se suma el hecho de que no hay muchas investigaciones sobre la salud cardiaca en la vejez. La mayoría de los estudios se centran en personas de otras edades. Por lo tanto, no hay evidencia de que los resultados y las recomendaciones de esas investigaciones sean aplicables a las personas mayores.

¿Cómo cambia la función del corazón con la vejez?

El corazón  es un músculo que cumple con la función de bombear sangre al organismo. El lado derecho hace fluir la sangre hacia los pulmones para recoger oxígeno. El lado izquierdo recoge la sangre oxigenada y la envía a todo el cuerpo a través de las arterias.

Este fabuloso órgano también cuenta con un sistema eléctrico que controla los latidos y coordina el movimiento de la parte superior (atrio) e inferior (ventrículo). A medida que el cuerpo comienza a envejecer es usual que haya cambios en el corazón y en los vasos sanguíneos.

Dentro de los cambios más significativos a edades avanzadas están los siguientes:

  • El corazón aumenta de tamaño. También lo hacen las cavidades cardiacas.
  • Las arterias centrales son menos elásticas. Esto se debe a que hay mayor cantidad de colágeno en las paredes arteriales.
  • La frecuencia cardiaca es menor. Obedece a que el sistema de conducción sufre fibrosis progresiva con la edad. Esto lleva a que al hacer ejercicio no aumente la frecuencia cardiaca, como ocurre en los jóvenes.
  • La presión arterial fluctúa más con los cambios de posición del cuerpo.
  • Los fármacos tienen mayor riesgo potencial de propiciar interacciones inadecuadas o efectos adversos que afectan diversos órganos, entre ellos al corazón.

7 consejos para mantenerla buena salud cardiaca en la vejez

No hay razones que impidan tener una buena salud cardiaca en la vejez. Si bien hay cambios fisiológicos desfavorables que vienen con la edad, lo cierto es que un estilo de vida saludable hace las veces de contrapeso. Hay formas de mantener un corazón saludable a cualquier edad y las siguientes son algunas de ellas.

1. Actividad física

Hacer ejercicio de forma regular es la regla de oro para mantener la salud cardiaca en la vejez. Lo indicado es hablar con el médico para que este señale cuál es el ejercicio más conveniente. Lo más aconsejable es realizar actividad física todos los días, sumando en total 150 minutos a la semana.

2. Abandonar el tabaco

El consumo de tabaco es la primera causa de muerte prevenible. El tabaco incrementa el daño en las paredes de las arterias. A su vez, dejar de fumar, sin importar a qué edad, hace que con el tiempo se reduzca el riesgo de enfermedades del corazón, derrame cerebral y cáncer. Lo bueno es que el cuerpo hace esa labor de reparación por sí solo con solo abandonar el tabaco.

3. Una dieta saludable y la regulación del peso

Lo indicado es reducir el consumo de grasas trans y grasas saturadas, así como de azúcares refinados y sal. Al mismo tiempo, comer muchas frutas y verduras con alto contenido de fibra, además de proteínas saludables como pescado y aves sin piel. Es muy importante mantener un peso saludable para evitar problemas de salud cardiaca en la vejez.

4. Mantener bajo control los factores de riesgo

Tres de los factores que inciden de manera negativa en la buena salud del corazón son: niveles altos de colesterol, de azúcar en la sangre y de presión arterial. Todos ellos deben ser controlados, ya que por sí solos ocasionan enfermedades, pero también constituyen factores de riesgo para desarrollar cardiopatías.

5. Regular la bebida

El alcohol incide de forma negativa en la buena salud cardiaca, en la vejez. Lo indicado es que las mujeres solo tomen una bebida al día y los hombres dos. Cada bebida equivale a lo siguiente, según la concentración alcohólica:

  • 12 onzas de cerveza o refresco de vino (unos 350 centímetros cúbicos).
  • 8 a 9 onzas de licor de malta (230-270 centímetros cúbicos).
  • 5 onzas de vino blanco o tinto (alrededor de 150 centímetros cúbicos).
  • 1,5 onzas de licor destilado como ginebra, ron, tequila, etc. (aproximadamente 45 centímetros cúbicos).

6. Controlar el estrés

El estrés es enemigo de la salud física y mental. La mejor manera de disiparlo es a través de los paseos al aire libre, el ejercicio, las prácticas de relajación, la buena conversación, los pasatiempos, etc. Una mente tranquila suele dar como fruto un cuerpo saludable.

7. Hacerse chequeos regulares

Es importante ir al médico de forma regular para hacerse chequeos. Hay condiciones o patologías que no tienen síntomas muy evidentes o pronunciados. Asimismo, cualquier enfermedad es mucho más manejable si se detecta en las fases iniciales. Todo esto solo se logra con visitas regulares al médico.

Síntomas comunes de un problema cardiaco

La enfermedad cardiaca es causada por la acumulación de placas, o depósitos grasos, en las paredes de las arterias coronarias. Este es un proceso que tarda varios años y que se conoce como esclerosis. Cuando esto ocurre, hay menos espacio para que la sangre fluya de manera correcta y le aporte oxígeno al corazón.

La arteriosclerosis debilita el corazón y le resta capacidad para bombear sangre. Si la placa se acumula en exceso, obstruye o se rompe, puede producirse un ataque al corazón o una angina. Los principales síntomas de una enfermedad cardiaca son los siguientes:

  • Debilidad o mareo.
  • Sensación de desmayo.
  • Náuseas o vómitos.
  • Dificultad para recuperar el aliento.
  • Sensación de llenura o indigestión.
  • Dolor o presión insistente en el pecho.
  • Dolores inusuales en el cuello, hombros o espalda.
  • Sudoración.
  • Latido irregular del corazón.
  • Aturdimiento y confusión.
  • Hormigueo o adormecimiento en cuello, mandíbula, hombros, brazos o espalda.
  • Hinchazón en el cuello, el estómago, piernas, tobillos o pies.
  • Capacidad reducida para hacer ejercicio físico.
  • Dolor en el pecho al realizar actividad física, que desaparece con el descanso.
  • Cansancio o fatiga.

Es importante ir al médico si se sienten palpitaciones o se percibe un ritmo extraño en el corazón. Esto es más necesario si, además, hay síntomas como mareo, debilidad, sensación de desmayo, etc.

Un estilo de vida saludable previene la enfermedad cardiaca

Hay más riesgo de sufrir problemas de salud cardiaca en la vejez. Por lo mismo, durante esta etapa de la vida es más decisivo un estilo de vida saludable. Lo más sensato es prevenir enfermedades y mantener bajo control las que se presenten.

A una edad avanzada, todo síntoma puede ser relevante. Debido a esto, lo mejor es mantenerse en estrecho contacto con el médico y comentarle sobre las sensaciones poco usuales o llamativas. Asimismo, seguir sus consejos para que los años dorados sean más plenos.