El deterioro cognitivo puede afectar la memoria, la atención y la capacidad de comunicación, pero eso no significa que las personas que lo padecen no puedan seguir disfrutando de actividades significativas. De hecho, mantener la mente y el cuerpo activos es esencial para ralentizar la progresión de los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Por qué son importantes las actividades cognitivas
El cerebro, al igual que los músculos, necesita ejercicio. Las actividades adecuadas pueden:
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Estimular la memoria y la concentración.
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Reducir la ansiedad y el aislamiento.
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Favorecer la autoestima y la sensación de utilidad.
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Mejorar la coordinación y las habilidades motrices.
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Promover la interacción social.
Tipos de actividades recomendadas
1. Estimulación mental
Actividades que ponen a trabajar la memoria y la atención:
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Juegos de mesa sencillos (dominó, cartas, parchís).
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Sopas de letras o crucigramas adaptados.
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Recordar canciones o refranes.
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Clasificar objetos por colores, tamaños o formas.
2. Estimulación sensorial
Especialmente útil en fases moderadas o avanzadas del deterioro:
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Manipular telas, objetos con distintas texturas o pelotas antiestrés.
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Escuchar música relajante o conocida.
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Aromaterapia con olores familiares (lavanda, café, cítricos).
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Actividades con luces suaves y sonidos naturales.
3. Actividad física adaptada
El movimiento estimula la circulación y mejora el estado de ánimo:
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Caminatas cortas o ejercicios de movilidad suave.
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Estiramientos guiados o yoga para mayores.
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Juegos con pelotas o aros para trabajar la coordinación.
4. Actividades sociales y emocionales
Favorecen el vínculo con los demás y reducen la sensación de soledad:
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Conversaciones guiadas sobre recuerdos positivos.
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Talleres de cocina o jardinería.
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Visionado de fotografías familiares.
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Cantar en grupo o participar en talleres artísticos.
Consejos para cuidadores
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Adaptar las actividades al nivel cognitivo y físico de la persona.
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Evitar la sobreestimulación o la frustración.
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Mantener rutinas, pero introducir pequeñas variaciones.
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Reforzar los logros con palabras de ánimo y gestos afectivos.
Conclusión
Las actividades para mayores con deterioro cognitivo no buscan la perfección, sino estimular, conectar y disfrutar del momento presente. Dedicar tiempo a estas dinámicas fortalece el vínculo con los cuidadores y contribuye al bienestar físico y emocional de quienes conviven con esta condición.