Cómo manejar y prevenir las alteraciones de conducta en personas con Alzheimer

Las personas que viven con Alzheimer pueden experimentar alteraciones de conducta como agresividad, agitación, ansiedad, confusión o desinhibición. Estos comportamientos no son voluntarios, sino consecuencia directa del deterioro cerebral. Comprender por qué ocurren y cómo actuar ante ellos es esencial para mejorar la calidad de vida tanto del paciente como del cuidador.

Causas comunes de los cambios de conducta

Antes de intervenir, es importante identificar el origen del comportamiento. Las causas pueden ser:

  • Dolor físico no verbalizado (infecciones, molestias, hambre, estreñimiento).

  • Entornos confusos o ruidosos, con demasiados estímulos.

  • Cambios en la rutina o presencia de personas desconocidas.

  • Frustración al no poder comunicarse o realizar tareas cotidianas.

  • Efectos secundarios de medicamentos.

Cómo actuar ante una alteración de conducta

1. Mantén la calma

Ante un episodio de agitación o agresividad, es fundamental no responder con ira. Hablar en tono suave y pausado ayuda a tranquilizar a la persona.

2. No discutas ni enfrentes directamente

En lugar de contradecir su percepción, redirige la conversación hacia temas seguros o agradables. La confrontación puede aumentar la ansiedad.

3. Observa y detecta el desencadenante

Analiza qué pudo provocar el comportamiento: ¿fue un cambio en el entorno, ruido, dolor o incomodidad? Identificar la causa ayuda a evitar que se repita.

4. Recurre a la validación emocional

Aunque sus ideas no sean reales, sus emociones sí lo son. Validar lo que siente («veo que estás preocupado») puede aliviar su angustia.

5. Utiliza distracciones positivas

Cambiar de ambiente, poner música que le guste o proponer una actividad sencilla puede desviar la atención y calmar el comportamiento.

Prevención de las alteraciones de conducta

1. Establece rutinas predecibles

Los horarios fijos para comidas, higiene y descanso aportan seguridad y reducen la confusión.

2. Adapta el entorno

  • Minimiza ruidos y objetos innecesarios.

  • Ilumina bien los espacios y evita reflejos o sombras que puedan causar miedo.

  • Facilita la orientación con relojes visibles, calendarios o carteles.

3. Fomenta la actividad física y mental

Paseos cortos, ejercicios suaves y actividades como dibujar, mirar fotos o escuchar música ayudan a mantener el ánimo y la calma.

4. Cuida el descanso

El insomnio o las siestas muy largas pueden alterar el ritmo biológico. Intentar mantener horarios regulares de sueño y evitar estimulantes por la tarde.

5. Vigila su estado de salud general

Revisiones médicas periódicas para detectar infecciones, problemas de visión, audición o dolores que no puedan comunicar.

Apoyo para el cuidador

Cuidar a una persona con Alzheimer puede generar estrés y agotamiento. Es importante:

  • Pedir ayuda cuando se necesite.

  • Buscar apoyo emocional en familiares, grupos o profesionales.

  • Reservar tiempo para uno mismo.

Conclusión

Las alteraciones de conducta en el Alzheimer forman parte de la evolución de la enfermedad, pero con empatía, observación y estrategias adecuadas, pueden manejarse y prevenirse en gran medida. Entender que la persona no actúa con intención, sino por una causa subyacente, permite ofrecer un cuidado más humano, respetuoso y eficaz.

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