Con el envejecimiento, algunas personas mayores pueden presentar dificultades de orientación, especialmente si padecen demencias como el Alzheimer. Esto puede llevar a que se desorienten y se pierdan, incluso en entornos conocidos. Por eso, es fundamental tomar medidas para prevenir estas situaciones y garantizar su seguridad sin limitar su autonomía.
¿Por qué puede desorientarse una persona mayor?
Existen varias causas que pueden provocar que una persona mayor se pierda:
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Problemas de memoria o deterioro cognitivo, como en el caso del Alzheimer u otras demencias.
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Pérdida de visión o audición, que afecta la percepción del entorno.
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Consumo de ciertos medicamentos que pueden generar confusión o somnolencia.
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Cambios en la rutina o en el entorno habitual (como mudanzas o reformas).
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Estrés o ansiedad, especialmente si están solos o en lugares poco familiares.
Recomendaciones para reducir el riesgo
Prevenir estas situaciones es posible si se toman algunas precauciones clave:
1. Supervisar discretamente sin invadir su espacio
Evita vigilancias excesivas que puedan hacer sentir incómoda a la persona. Es mejor crear rutinas claras y mantener contacto frecuente si vive sola.
2. Establecer rutinas diarias
Tener horarios fijos para pasear, comer o realizar actividades ayuda a reforzar la orientación temporal y a evitar confusiones.
3. Acompañar en salidas si hay dudas
Si la persona ya ha mostrado signos de desorientación, es preferible acompañarla en sus salidas o limitar los trayectos a zonas seguras y conocidas.
4. Colocar elementos identificativos
Siempre es recomendable que lleven consigo algún tipo de identificación visible, como una pulsera o tarjeta con su nombre, dirección y teléfono de contacto.
5. Usar tecnología de localización
Existen dispositivos GPS o aplicaciones móviles que permiten localizar en tiempo real a una persona si se aleja más de lo habitual o no regresa a casa.
6. Asegurar la vivienda
Instalar cerraduras seguras, sensores en puertas o alarmas puede evitar que salgan sin que nadie se dé cuenta, especialmente por la noche.
7. Informar al entorno cercano
Vecinos, porteros o comerciantes cercanos pueden ser aliados importantes. Si conocen la situación, pueden ayudar en caso de que la persona se desoriente.
Qué hacer si una persona mayor se ha perdido
Si a pesar de todo la persona desaparece, es importante:
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Actuar con rapidez: contactar de inmediato con la policía y proporcionar todos los datos posibles.
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Llamar a centros médicos o de transporte público, en caso de que haya intentado desplazarse.
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Difundir una foto reciente y descripción en redes sociales o grupos vecinales.
Conclusión
Evitar que una persona mayor se pierda no siempre es fácil, pero sí es posible reducir el riesgo con prevención, observación y apoyo constante. La clave está en respetar su dignidad y autonomía, al tiempo que se protege su bienestar. Con pequeños gestos diarios y el uso de herramientas adecuadas, se puede ganar en tranquilidad para todos.