Diferencias entre enfermedad y demencia
Debemos ser conscientes de las diferencias entre enfermedad y demencia, ya que la enfermedad no siempre deriva en demencia (alteraciones cognitivas), aunque generalmente lo haga.
Así, el término demencia hace referencia a un conjunto de síntomas que aparecen como consecuencia de un daño o enfermedad neurológica.
La enfermedad de Parkinson, por su parte, no siempre desemboca en demencia (sí lo hace en un 20-60% de los casos); en cambio, la enfermedad Alzheimer sí suele conllevar siempre una demencia (y de forma temprana).
Diferencias entre la enfermedad de Parkinson y el Alzheimer
En cuanto al diagnóstico diferencial entre las enfermedades de Parkinson y Alzheimer, encontramos varias diferencias en cuanto a su presentación. Las veremos en diferentes bloques:
1. Demencia
En el Alzheimer, la demencia aparece de forma temprana, y están especialmente afectadas la atención y la memoria. En cambio, en el Parkinson, si aparece demencia lo hace de forma más tardía.
Por otro lado, la demencia por Alzheimer es cortical (afectación de la corteza cerebral), y la demencia por Parkinson es subcortical (afectación de las zonas subcorticales).
A grandes rasgos, las demencias corticales implican alteraciones cognitivas, y las demencias subcorticales, alteraciones motoras.
2. Otros síntomas
En la enfermedad de Alzheimer aparece delirium de forma ocasional, y en el Parkinson esto ocurre en menos ocasiones.
Tanto en Alzheimer como en Parkinson pueden aparecer alucinaciones visuales de forma ocasional. Por otro lado, en el Alzheimer aparecen delirios de forma típica, y en el Parkinson aparecen solo de forma ocasional.
3. Síntomas motores
El parkinsonismo (síndrome clínico que se caracteriza por temblor, bradicinesia, rigidez, e inestabilidad postural) es la primera manifestación del Parkinson; en cambio, este síntoma es raro que aparezca en el Alzheimer.
De igual manera, la rigidez y la bradicinesia aparecen de forma típica en el Parkinson, y de forma ocasional en el Alzheimer.
El temblor es típico en el Parkinson y raro en el Alzheimer.
4. Síntomas cognitivos
En el Parkinson aparecen fallos en la recuperación, y en el Alzheimer fallos en la codificación (memoria).
5. Signos patológicos
Las placas seniles en el cerebro aparecen de forma típica en el Alzheimer, aunque de forma rara en el Parkinson. De igual forma, los ovillos neurofibrilares también aparecen típicamente en el Alzheimer, pero raramente en el Parkinson.
Los cuerpos de Lewy corticales aparecen raramente en Alzheimer y más a menudo en Parkinson (de forma ocasional). Los subcorticales, en cambio, son típicos en Parkinson y raros en Alzheimer.
Por otro lado, el déficit en acetilcolina es típico en Alzheimer y ocasional en Parkinson. Finalmente, la reducción de dopamina aparece únicamente en el Parkinson.
6. Edad de aparición y prevalencia
Finalmente, siguiendo con las diferencias entre la enfermedad de Parkinson y el Alzheimer, sabemos que el Parkinson aparece antes que el Alzheimer (a los 50-60 años), mientras que el Alzheimer suele aparecer un poco más tarde, a partir de los 65 años.
Por otro lado, en cuanto a demencias, la prevalencia de la demencia por Alzheimer es mayor (es la primera causa de demencia), y esta es del 5.5% en España y del 6.4% en Europa.
Síntomas en el Alzheimer y en el Parkinson
Ahora que ya hemos visto las diferencias entre la enfermedad de Parkinson y el Alzheimer, vamos a conocer más en detalle cuáles son los síntomas de cada una de estas enfermedades:
1. Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo (demencia), trastornos conductuales y trastornos emocionales. Cuando deriva en demencia y según el DSM-5, se le llama Trastorno neurocognitivo mayor o leve debido a enfermedad de Alzheimer.
Los síntomas del Alzheimer van cambiando a medida que se avanza en la enfermedad. Podemos diferenciar tres tipos de síntomas según las tres fases del Alzheimer:
1.1. Primera fase
Aparecen los primeros deterioro y dura entre 2 y 4 años. Se manifiesta una amnesia anterógrada (incapacidad para crear nuevos recuerdos), cambios en el estado de ánimo y la personalidad, así como un lenguaje empobrecido (anomias, circunloquios y parafasias).
1.2. Segunda fase
En esta fase continúa el deterioro (dura entre 3 y 5 años). Aparece el síndrome afaso-apraxo-agnósico, amnesia retrógrada y un deterioro en la capacidad de juicio, así como alteraciones en el pensamiento abstracto. Las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD) como por ejemplo ir a comprar o llamar al fontanero, ya están afectadas.
El paciente ya es incapaz de vivir sin supervisión, y presenta una desorientación espacio-temporal.
1.3. Tercera fase
En esta última fase el deterioro ya es muy intenso, y la duración es variable. Es la fase avanzada de la enfermedad. Aquí aparece una desorientación autopsíquica y del resto de personas, así como mutismo e imposibilidad de realizar las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) como comer o asearse.
Aparecen también alteraciones de la marcha (se da la “marcha a pequeños pasos”). Por otro lado, se puede manifestar el Síndrome de Kluver Bucy; se trata de un síndrome en el que aparece falta de temor ante estímulos que deberían generarlo, ausencia de valoración del riesgo, mansedumbre y obediencia junto a la hipersexualidad indiscriminada e hiperfagia, entre otros.
Finalmente, en esta fase el paciente termina encamado, característicamente con la adopción de una postura fetal.
2. Parkinson
El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica, caracterizada por diferentes trastornos motores como bradicinesia, rigidez, temblor y pérdida del control postural.
Entre un 20 y un 60% de los pacientes con la enfermedad de Parkinson, desarrollan la demencia de Parkinson (alteraciones cognitivas). Esta demencia, el DSM-5 la llama Trastorno neurocognitivo mayor o leve debido a enfermedad de Parkinson.
Una vez aparece la demencia, los síntomas consisten en: fallos en los procesos de recuperación de la memoria, disminución de la motivación (apatía, astenia y abulia), bradipsiquia (enlentecimiento del proceso de pensamiento) y empobrecimiento del lenguaje. También aparece bradicinesia (lentitud de movimientos), aunque no aparece el síndrome afaso-apraxo-agnósico como en la demencia por Alzheimer.
Aparecen también alteraciones visoespaciales y visoconstructivas, y finalmente, el Parkinson está fuertemente relacionado con la depresión.
Por otro lado, es frecuente en la demencia por Parkinson la presencia del síndrome disejecutivo (alteración del lóbulo prefrontal).
Conclusión
Como hemos visto, las diferencias entre la enfermedad de Parkinson y el Alzheimer son notables, aunque compartan otras muchas características. Por eso es importante realizar un buen diagnóstico diferencial, a fin de poder realizar un tratamiento adecuado a cada caso y paciente.