Los síndromes geriátricos aparecen como un conjunto de cuadros clínicos, que, por lo general, son motivados gracias a dolencias con alta prevalencia en los adultos mayores. Causa incapacidades sociales o funcionales que afectan de forma negativa a su calidad de vida.
De cara a esta situación, los centros sanitarios recomiendan practicar el envejecimiento activo. Con el objetivo de poder disfrutar de una vejez saludable y el mayor bienestar posible. Teniendo en cuenta que los adultos mayores valoran la calidad de vida, en función de su libertad.
El concepto de síndromes geriátricos es reciente, ya que esta palabra empezó a ser utilizada a finales de los años 60. Como una manera de referirse a las características que presentaban con más frecuencia los adultos mayores ingresados en atención geriátrica, en comparación con otros.
Estos síntomas son frecuentes, conocidos como los 4 principales de la geriatría, incluyen: deterioro cognitivo, incontinencia urinaria, inestabilidad, caídas e inmovilidad. Estos síntomas, aunque afectan de diferente manera, comparten varias características que vertemos a continuación.
¿Cómo afectan los síndromes geriátricos?
- Frecuencia elevada: La incidencia y prevalencia de todos los síndromes geriátricos, es recurrente entre los adultos mayores con edades entre 65 a 80 años.
- Daño a la autonomía: Tras empezar con los síndromes geriátricos, se origina un importante deterioro en la calidad de vida de las personas. Siendo necesaria una mayor dependencia de otras personas e incrementando las necesidades de apoyo sociosanitario. Cabe destacar que, de no ser atendidas las necesidades del adulto mayor, se favorece el aislamiento social y la institucionalización de la persona.
- Diagnóstico y tratamiento: En la mayoría de los casos, el comienzo de los síndromes geriátricos es predecible y prevenible. Además, si se diagnostican de forma adecuada, son susceptibles a ceder con tratamiento práctico. Requiriendo abordaje terapéutico, valoración integral, participación multidisciplinaria y un uso correcto de los diferentes niveles auxiliares.
¿Cómo identificar síndromes geriátricos?
Un síndrome geriátrico se identifica por la presencia de múltiples síntomas o trastornos que ocurren al mismo tiempo y que están relacionados entre sí. Estos síntomas o trastornos pueden ser causados por una enfermedad subyacente o por el envejecimiento normal.
Principales síndromes geriátricos
- Inmovilidad: Básicamente, la inmovilidad se define como la incapacidad funcional del desplazamiento o transferencia de un adulto mayor. Motivada por condiciones físicas, sociales y psicosociales. La inmovilidad se considera como un padecimiento común a través del cual muchas enfermedades del adulto mayor les producen reducción de su autonomía.
- Caídas o inestabilidad: Las caídas se pueden definir como la caída repentina al suelo. Ocurre de forma involuntaria y que puede ocurrir con perdida de conciencia temporal. Los factores de riesgo para la aparición de la inestabilidad incluyen debilidad, cambio de la marcha. También el consumo de mucha medicación y deterioro de las funciones mentales y inactividad.
- Incontinencias urinarias: Básicamente este síndrome geriátrico se denomina como la perdida involuntaria de orina, esta condición constituye problemas sociales e higiénicos. Las cifras indican que menos de la mitad de adultos mayores afectados por incontinencia urinaria, solicitan ayuda médica.
- Daños cognitivos: El deterioro cognitivo consiste en la perdida de las funciones mentales superiores, en personas que las conservaban con normalidad previamente. Si tienes un familiar con una condición de deterioro cognitivo, lo importante es comprender y proporcionarle las atenciones necesarias para ayudarle.
- Inmovilidad: se caracteriza por una reducción en la capacidad para moverse o caminar. Puede ser causada por una enfermedad subyacente, como una enfermedad neurológica, o por el envejecimiento normal.
Otros síndromes
- Pérdida de peso: se trata de una disminución del peso corporal, que puede deberse a una mala alimentación o a una enfermedad subyacente.
- Déficit de vitaminas y minerales: se produce cuando hay una carencia de nutrientes esenciales, como las vitaminas A, B, C o D, o los minerales como el zinc o el hierro.
- Presión arterial baja: se caracteriza por una disminución de la presión arterial, que puede ser ocasionada por una enfermedad cardiaca o un trastorno de la tiroides.
- Anemia: se trata de una disminución del nivel de glóbulos rojos o hemoglobina en la sangre, que puede ser causada por una mala alimentación, una enfermedad subyacente o el uso de ciertos medicamentos.
Los síndromes geriátricos incrementan su aparición en función de la edad, pero, varían ampliamente dependiendo del su estilo de vida del adulto mayor.
La función de la enfermera geriátrica es muy importante en la vida del anciano. Los ancianos son personas que necesitan muchos cuidados y atenciones especiales, y la enfermera geriátrica necesita las persona indicadas para proporcionárselos.
Los ancianos suelen tener muchas dificultades para realizar las actividades cotidianas, por lo que necesitan el apoyo de una enfermera geriátrica para poder llevarlas a cabo. La enfermera geriátrica también se encarga de proporcionar a los ancianos los cuidados médicos que necesitan, y de asegurarse de que estén recibiendo todos los tratamientos necesarios.