La hipoglucemia en personas mayores es un problema que en muchas ocasiones pasa desapercibido. Es fácil pasarlo por alto, no darse cuenta o no darle la importancia necesaria. De hecho, en un inicio el objetivo que se estudiaba y trataba principalmente era mantener niveles adecuados de glucosa en sangre, previniendo que estos fueran muy elevados.
Ha sido recientemente cuando se ha empezado a tomar consciencia del hecho de que también es vital prevenir las hipoglucemias, es decir, los niveles muy bajos de glucosa en sangre.
En el presente blog trataremos de entender mejor qué es la hipoglucemia y cómo afecta a las personas mayores, para entender qué debemos hacer al respecto.
Qué es y cómo afecta la hipoglucemia en personas mayores
La glucosa es la principal fuente de energía con la que cuenta el cuerpo humano. Por ello, ésta debe mantenerse en niveles adecuados. Tan malo es que sea excesivamente elevada como que sea excesivamente baja.
Es importante entender que a medida que envejeces se vuelve más probable experimentar de forma recurrente niveles bajos de glucosa en sangre. Al mismo tiempo, es posible que no reconozcas los síntomas o los confundas con otra cosa.
Del mismo modo, una vez te da una bajada de azúcar en sangre, las consecuencias pueden llegar a ser más elevadas, llegando a afectar no solo a nivel físico (por ejemplo, aumentando la fragilidad y el riesgo de caídas) sino también a nivel cognitivo (aumentando por ejemplo las posibilidades de sufrir deterioro cognitivo).
Causas de la hipoglucemia en personas mayores
Como tratamiento de la diabetes lo más frecuente es tomar insulina, rediciendo por lo tanto los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, no es tan sencillo regular los niveles de insulina, siendo posible tomar demasiada, provocando una baja excesiva: hipoglucemia.
Sin embargo, también puede haber otras causas como comer menos de lo habitual o de una forma muy irregular o la realización repentina de ejercicio físico intenso. El alcohol también puede ocasionar que el hígado no libere la suficiente glucosa.
Síntomas y posibles complicaciones
Entre los síntomas más frecuentes de la hipoglucemia encontramos los siguientes:
- Síntomas neurogénicos: incluyen temblor, ansiedad, sudor, hambre u hormigueos. Suelen ser menos intensos en personas mayores.
- Síntomas neuroglucopénicos: incluyen confusión, torpeza, astenia, cambios de comportamiento, mareos o incluso convulsiones. Suelen ser más intensos en personas mayores.
- Síntomas neurológicos: incluyen inatención, falta de coordinación, visión borrosa, etc. es frecuente que pasen desapercibidos.
El problema que presenta la hipoglucemia frente a la subida de los niveles de glucosa o frente a otras enfermedades, es que a menudo pasan desapercibidos. Muchas personas no reconocen los síntomas o no les dan importancia. Tan solo reconocen cuando acuden al médico por otro motivo que, en efecto, llevan mucho tiempo sufriendo mareos y sintiéndose torpes, pero considerando que estos son síntomas normales de la vejez.
La hipoglucemia, no tratada, puede aumentar el riesgo de demencia en personas mayores e incluso llevar a la muerte.
Prevención de la hipoglucemia en personas mayores
Sabiendo lo que es, tendremos más clara la importancia de evitar la gravedad que supone. Para ello, es muy importante hacer algo lo antes posible. Evitar en la medida de lo posible que la persona mayor tenga hipoglucemia o saber qué hacer si le dan bajadas de los niveles de glucosa en sangre.
Como siempre, la mejor medida de no desarrollar hipoglucemia incluye llevar una vida sana y acudir regularmente al médico, informándole de todos los síntomas que notemos y siguiendo sus indicaciones.
Será importante llevar una dieta sana y equilibrada, evitando excesos o episodios sin comer. Dietas irregulares o ayunos excesivos no serán buenos para nuestra salud. De la misma manera, es positivo realizar ejercicio físico regular en niveles adecuados. No debemos caer en el sedentarismo, pero tampoco podemos pasarnos.
Si tienes diabetes, o si no tienes, pero sufres episodios de hipoglucemia recurrentes, es importante visitar al médico.
Será importante también reconocer los síntomas para reaccionar a tiempo. También será de utilidad el uso de un glucómetro, para medir regularmente los niveles de azúcar en sangre.
Si detectas que los niveles de glucosa bajan demasiado, una buena medida puntual es tener a mano carbohidratos de acción rápida. Éstos pueden incluir zumos, piezas de frutos, gominolas o golosinas, miel, sobres de azúcar, caramelos, etc.
Es bueno tener siempre tanto en diversas zonas de la casa (en la mesilla de noche, en el salón o la sala de estar, en el cuarto de baño…) como en el bolso o bolsillo cuando salgamos a pasear a la calle o a hacer algún recado.